Hay que tener en cuenta que para alimentar nuestro cerebro es básico el oxígeno que respiramos, el agua que bebemos y los nutrientes inteligentes indispensables para el mantenimiento de las funciones superiores (pensamiento, memoria, autocontrol, etc.).
Cuida de ti en todos los aspectos: cuerpo, mente, emociones y esencia.
Pautas clave para alimentar el cerebro:
-Consumo de pescado azul o productos del mar de 3 a 4 veces a la semana, por la ingesta óptima de ácidos grasos esenciales (omega 3). Si eres vegano consume omega 3 vegetal a través de las semillas de lino y chía.
–Consumo diario de verdura y fruta fresca, de temporada, que no falte la hoja verde y, como antioxidantes, destacar los frutos rojos (grosillas, jarrones, fresas, almadraba,…) y la fruta seca (fuente de Vitamina E).
-Tener una fuente buena de los alimentos inteligentes como vitaminas B, minerales y aminoácidos que podemos encontrar en los cereales integrales, legumbres, pescado, huevos y carne de calidad, frutos secos y semillas (pipas de girasol o calabaza, sésamo, chía o lino) verduras y frutas. Recordar que en verduras como las crucíferas (coles, coliflor, coles de Bruselas, kale…) podemos encontrar aminoácidos, base para formar neurotransmisores (los mensajes básicos del cerebro).
-Destacar que para mantener un cerebro en forma, hay que tener un intestino sano. Por lo tanto, mantener en condiciones la flora intestinal también ayudará a mantener la función cerebral. Aparte de los alimentos mencionados, nos ayudarán los probióticos y prebióticos para evitar disbiosis intestinal, como por ejemplo el kefir o yogur, los pickles o chucrut, el miso, kombuxa o el tamari.
–Otras ayudas destacables más específicas: raíz Ginseng, el Ginkgo Biloba, la lecitina de soja, la espirulina o la levadura de cerveza. (Puedes consultarnos tu caso y te asesoramiento de forma personalizada aquí https://www.lespigador.com/es/contacto/
-Es necesario el ejercicio físico aeróbico y anaeróbico diario para oxigenar cerebro y músculos. Estar en contacto con la naturaleza y reducir el estrés.
-Invitar a ejercitar el cerebro siendo flexibles con la vida: plantearse nuevos retos, querer aprender y conocer cosas nuevas sin tener en cuenta la edad y salir de la rutina y adaptarse a los cambios son una buena forma de mantener nuevas conexiones neuronales.
-Si te interesa este tema te podemos recomendar el libro de Miguel Sanchez Romera «Alimenta bien tu cerebro». ¡¡Te gustará y aprenderás mucho!!
Recuerda: cuida de ti más allá de ocuparte de la actividad física y de la alimentación. Debemos contemplarnos como personas integrales. Si crees que necesitas un cambio y no sabes por dónde empezar: La Paula te puede ayudar. Pide tu consulta gratuita aquí https://www.lespigador.com/es/contacto/